Etapas del dibujo en el niño
Como afirma Lowenfeld existen las siguientes etapas en el desarrollo del
dibujo infantil:
El garabato (de 2 a 4 años).
- Garabato sin control. El dibujo no sigue una coordinación oculo-manual, el
niño traza líneas moviendo todo el brazo hacia adelante y hacia atrás y en
círculos. Produce trazos impulsivos que a menudo sobrepasan los bordes del
papel. El niño puede estar mirando hacia otro lado mientras garabatea. Sólo le
interesa el placer del movimiento, que será siempre lo más amplio posible.
- El Garabato controlado el niño toma conciencia de la posibilidad de
controlar el grafismo que está realizando. Es capaz de realizar círculos
cerrados.
- El Garabato con nombre es cuando el trazo adquiere valor de signo y de
símbolo. El niño dibuja con una intención; aunque el garabato no sufra en sí
demasiadas modificaciones, el niño espontáneamente le pondrá un nombre. El
mismo trazo o signo puede servirle para representar distintas cosas. Pasa del
pensamiento meramente kinestésico al pensamiento imaginativo. Sin embargo,
muchas veces un trazo que, al comenzar el dibujo significaba una cosa, puede
cambiar de denominación antes de terminarlo. Padres y maestros no deben forzar
al niño a que dé nombre a sus garabatos, ni darles su propia versión adulta
sobre el tema. Solamente se deberá mostrar entusiasmo y dar confianza por este
nuevo modo de pensar.

Etapa Preesquemática (de 4 a 7 años).
El niño comienza los primeros intentos conscientes para crear símbolos que
tengan un significado. Se perciben cambios constantes de formas simbólicas, ya
que cada individuo tiene su particular forma de expresar los elementos
cotidianos como la figura humana, animales o construcciones. Los trazos son
ahora controlados y se refieren a objetos visuales. Es ahora cuando aparecen
las primeras representaciones de objetos y figuras reconocibles para un adulto.
Generalmente, la primera figura lograda es la humana. Esta se constituye por
yuxtaposición, inclusión y combinación de trazos ya dominados con anterioridad.
Se le suele denominar "monigote", "cabezudo",
"cabeza-pies" o "renacuajo". Está comprobado que el niño
no trata de copiar el objeto visual que pueda tener delante. Un dibujo es
siempre, una abstracción o esquema que resulta de una amplia gama de estímulos
complejos. En esta construcción del esquema, también juega un papel de
considerable importancia la imitación de los modelos que lo rodean, como pueden
ser los cómics, los personajes televisivos, las películas de animación o la
influencia de las críticas del adulto. Progresivamente, a través de numerosas
repeticiones expresivas y vivencias de experiencias emotivas, los dibujos se
irán completando con detalles. Al mismo tiempo se organizarán de manera más
rígida y convencional. Hacia los 6 años, dejará de variar y modificar los
símbolos representativos, para establecer un cierto esquema de cada cosa, que
repetirá continuamente.En cuanto a la elección del color, Lowenfeld dice que
los niños de esta etapa están menos interesados en el cromatismo, que en la
forma. Hay poca relación entre los objetos que pinta y su color real. La
relación es más sentimental que de otro estilo. Probablemente elija su color
favorito para representar a su madre, y un color amarillo para pintar un cuento
gracioso, o marrón para una tema triste. Muchas veces la elección es sólo por
asuntos mecánicos, emplean simplemente el color que tienen más cerca, o el más
espeso, o el que tiene el pincel más limpio. La función del adulto es dar todas
las posibilidades para que la criatura experimente, debe permitir que el niño
descubra por sí mismo. Entre niños de esta edad, el espacio es entendido como
todo lo que rodea a la figura principal. Los objetos secundarios representados,
"flotan" alrededor de esa figura central.
Etapa esquemática (de 7 a 9 años).
Se desarrolla un concepto definido de la forma. El niño intente describir en
sus dibujos partes de su ambiente. Ya existe una relación objeto-color y al
tratamiento del espacio se incluye el factor tiempo. En un mismo dibujo suelen
aparecer diferentes secuencias de tiempo o distintas acciones que han tenido
lugar en momentos separados.
Etapa del realismo (de 9 a 12 años). A esta edad los niños comienzan a sentirse
miembros de la sociedad y del ambiente en que viven. Es la etapa de la pandilla
de amigos. Sus dibujos comienzan a ser más detallados y comienzan a entrar en
la búsqueda de la proporcionalidad, la perspectiva y el movimiento,
flexibilizando las figuras. Pero todavía los dibujos son más simbólicos que
representativos de la realidad.